Como ningún otro antes que él, Friedrich Hayek fue el pensador que supo ver, con realidad preclara, hasta qué punto el origen del pensamiento colectivista y totalitario del Partido Nacionalsocialista se encontraba en el ambiente popular de la República de Weimar (1919-1933). La etapa más democrática que hubiera conocido Alemania hasta la fecha, por no decir la única. La Constitución vigente durante esta etapa democrática, aprobada en 1919, es considerada una de las primeras constituciones que reconoce el Estado Social de Derecho(versión más o menos socialdemócrata del Estado), junto con la Constitución de México de 1917. Pero a pesar de parecer un texto revolucionario y muy querido, la verdad es otra. Durante la dictadura de Adolf Hitler(1933-1945), nunca se derogó esta Constitución democrática. Es más, de hecho, fue gracias a ella por la que Hitler pudo hallar un argumento sólido para justificar algunos de sus primeros actos que le llevaron al poder absoluto.
El objetivo de los siguientes artículos que se van a publicar dentro de la categoría La Constitución Colectivista, será mostrar cómo la redacción de nuestra actual Constitución de 1978 en España, aunque defienda los derechos y libertades fundamentales de toda sociedad democrática occidental, puede inducir a error o a malinterpretación, que en caso de suceder, podría tener terribles repercusiones para nuestra libertad.
L.T.
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