¿Es Estados Unidos realmente el culpable de la crisis actual?

Cuando nos planteamos la crisis como un producto que nos ha venido dado del exterior, pensamos: ``lástima que sean los Estados Unidos los que la han provocado sino tendríamos alguna posibilidad para salir antes de que ellos lo hagan por nosotros´´. Actualmente es este pensamiento es el que rige nuestra sociedad y ese es el fallo, nos conformamos y esperamos que los demás sean los que solucionen nuestros problemas. Como puede ser que otros países de la Unión Europea, como Alemania o Reino Unido comiencen a dar muestras de recuperación, mientras que nosotros seamos uno de los países de toda Europa con mas tasa de desempleo.

El 17 de Diciembre la revista Cinco Días público en su página web que, la Asociación Española de la Banca prevé que 2010 no será ni mucho menos el tan anunciado año en el que saldremos de la crisis, sino que posiblemente sea 2011. Esto es así por una simple razón, nuestras medidas contra la crisis no prevén una desestructuración de nuestro maltrecho sistema financiero, son únicamente medidas que buscan soluciones para el aquí y ahora. Estos parches pueden servir para que luzcan con elegancia sus famosos brotes verdes, pero no dejan de ser medidas que solucionan el problema durante cierto periodo de tiempo. No creamos un nuevo sistema de mercado, el cual seria lógico que se basara en la libertad para su mejor promoción, en su lugar intervenimos en todos sus aspectos y ahogamos todos los posibles mecanismos que posee para salir adelante solo.

Si echamos la mirada atrás año y medio podemos encontrar dos cosas, un presidente del gobierno triunfante por las elecciones que acababa de ganar y un popular discurso en el que aseguraba fervientemente que saldríamos de las crisis con sus métodos socialdemócratas. Estos métodos aun están por demostrar sus resultados.

Como resultado que tenemos, una sociedad engañada y cansada de luchar contra un sistema que oprime a individuo y sus aspiraciones por conseguir un futuro mejor. Paradójicamente el Estado afirma sin dejar lugar a dudas que hace todo lo posible por salir de la crisis, no lo dudo, pero si las pequeñas y medianas empresas no reciben dinero de los bancos, que el propio estado les da, ¿cómo van a conseguir subsistir?

Por ello, en vez de mirar al Estado buscando una solución, tendremos que buscarla nosotros mismos, porque visto lo visto no lo va a hacer nadie por nosotros. Debemos ser más autosuficientes y demostrar porque nuestro país, que ha salido de momentos peores que este, es considerado como uno del primer mundo. Basta ya de sistemas intervencionistas que agobian a las empresas, basta ya de sueldos mileuristas que no hacen más que crear desempleo juvenil. Aboguemos por un libre mercado, garanticemos a nuestros ciudadanos una seguridad eficiente y sobre todo evitemos caer de nuevo en un sistema intervencionista.

I.C.

¿Por qué soy liberal papa?

Si un curioso niño de corta edad pudiese tener la concepción de que es liberal se pasaría las horas preguntándose el porqué. ¿Por qué liberal? ¿Por qué no socialista? ¿Por qué no comunista? Las preguntas estarían motivadas por su inagotable curiosidad, incansable devoradora de experiencias, necesarias para su propio desarrollo.
Esa es la esencia del liberalismo, la insaciable necesidad de querer saber, de no contentarse con dogmas dignos del mejor agente publicitario. No querer respuestas fáciles, ni pensamientos únicos porque eso no es liberal y parece un pecado decirlo. Cuantos autodenominados progresistas se crisparían ante la posible concepción de que alguien piense tan distinto a ellos, como sus sonrisas forzadas acabarían siendo una acida mueca ante la idea de que no todo el mundo quiera ser como ellos. Pero al liberal no le incomoda esta situación, el niño se divierte siendo lo que es, no pide perdón por serlo. Crecerá discutiendo con la “verdad única”, enfrentándose al imperante catecismo del socialismo, rechazando lo políticamente correcto porque el niño es distinto al resto y se enorgullece de ello.
Así el niño ha crecido, se ha forjado un carácter que le diferencia del resto de su generación, el joven no necesita el beneplácito de nadie, esta dispuesto a decir lo que piensa sabiendo lo que dice.
Este es el espíritu de La Opción Liberal, un blog de ideas y opiniones.

J.C.